miércoles, 9 de febrero de 2011

MIEDO


Bebo mil copas de silencio esta noche, una noche más lejos de la mansedumbre de tu sonrisa, El espíritu de un cigarrillo asoma por mi boca, abraza el aroma de la tristeza que viene con él desde mi pecho.
El miedo ejecuta en mi pecho sus mejores piezas musicales… Con cinismo insospechado se arrellana en mi anémica cordura.
El miedo asfixia mi trémulo corazón… Mi corazón tiene miedo… Miedo de no perder el sentido una vez más con la brisa de tu amor, de tu amor envuelto en papel ansiedad, en tu piel que asesina mis temores cotidianos…
Miedo de salir a la calle y no ser sorprendido por la lluvia de tus besos incendiarios… De tu boca irremplazable.
Mis manos temen no asistir nunca más a la fiesta de tus manos. A la madrugada de tu corazón siempre dispuesto para esculpir amores delirantes en mis mañanas de hombre, en mis tardes de niño callado… en mis noches de poeta de clóset.
Esta noche tiene atada toda mi simpleza a la raíz del miedo. Estoy inerme ante tu ausencia. Tu ausencia muerde los únicos nervios que aún viven en mí… El miedo duele…
¡Oh infinito miedo! huésped frecuente de mis ojos… Has venido a convencerme que sin ella… Yo no seré capaz de segar otras espigas… Ni de buscar en otras estrellas… el amor que viajó con ella en su maleta.

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