sábado, 19 de junio de 2010

Los hombres y la cerveza


Esto va especialmente para mi amore y pos en general pero más por mi amore XD

Ya es sabido que los hombres en general tienen un gusto bastante especial por la cerveza, mucho más que las mujeres. Por supuesto que existen excepciones, mujeres que toman como condenadas, hombres que no beben alcohol, etc, pero podríamos decir que en su mayoría los hombres tienen un amor absolutamente loco por la cerveza, chela o más popularmente conocida como pilsen.

Cuando caen los jotes asados y pareciera que nos estamos friendo vivos de tanto calor , cuando el día ha sido de trabajo arduo, cuando los problemas han estado a la orden del día, el mejor consuelo de mi hombre y su mayor placer es sentarse con su garza llena de cerveza fría. Su cara de alivio lo dice todo. Me llegan a dar celos, cómo tanto!!

Qué le encuentra, me pregunto. Con frecuencia se lo he preguntado mientras le quito el vaso y tomo un sorbo para saber que placer indescriptible lo inunda, pero no logro sentir más que un sabor amargo en la boca y una sensación de estar tomando pichi helado. Me contesta que no hay nada en el mundo que le pueda quitar la sed mejor que la cerveza, ni el agua fría, ni la coca cola helada con cubitos de hielo, nada. Es triste, nunca lo podré entender ni tampoco compartir.

Es entretenido observar su comportamiento, me he fijado que lo único que supera su placer cervecero, es que vaya una visita y lo acompañe y beban acompañados, pareciera que su cara dijera "gracias por entenderme amigo del alma".

Hace poco apareció un comercial de TV donde una pareja enseña su casa nueva a sus amistades, las mujeres se vuelven loquitas al ver el inmenso armario lleno de ropa y zapatos (claro, siempre nos tildan de superficiales), pero son interrumpidas por unos alaridos masculinos, y cuando van a ver que ocurre, ven asombradas a los hombres gritando como niñitas emocionadas celebrando una pieza llena de cervezas heladas, jaja. Cuando vi ese réclame no pude dejar de imaginar a mi esposo unido a esos machos gritones.

Ayer me dijo que quería hacer una dieta porque se encontraba muy gordo. Yo no lo encuentro gordo pero le dije que si quería bajar unos kilos dejara de tomar cerveza y la guata le bajaría de inmediato. No les puedo describir la mirada mortal que me dio, respondió con el ceño fruncido que podía dejar todo menos la cerveza, el pan, los chocolates, el queso, lo que fuera.

¡Cómo, cómo puede preferir una cerveza a un chocolate con almendras!

En fin, si lo hace feliz que se tome su chela diaria, podríamos decir que "hombre contento, hombre dispuesto", imagínense ustedes dispuesto a qué.


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